Los alfiles son esas piezas de cabeza puntiaguda que inician la partida entre los Reyes y los Caballos. Cada jugador comienza la partida con dos alfiles, uno en una casilla blanca y el otro en una casilla negra.
Como puedes ver, el alfil de casillas negras de las blancas comienza en c1 y su alfil de casillas blancas en f1. Para las negras, el alfil de casillas negras está en f8 y el de casillas blancas en c8.
El alfil es una pieza menor (igual que el caballo) y vale tres puntos. Es más valioso que un peón, vale lo mismo que un caballo, pero es menos valioso que una torre o una Dama.
El alfil puede ir tan lejos como quiera en cualquier diagonal. Como la mayoría de las demás piezas, no puede saltar sobre otras.
Un hecho interesante sobre el alfil es que sólo puede moverse a casillas del mismo color durante toda la partida. Es como si los alfiles de casillas blancas estuvieran siempre jugando a que las casillas negras son lava, y los alfiles de casillas negras hicieran lo mismo con las casillas blancas.
Desafortunadamente para el alfil, esto significa que nunca podrá capturar una pieza que esté en un color diferente al suyo. Esta experiencia puede ser muy frustrante para el alfil y su jugador.
Por eso, los alfiles son mucho más fuertes cuando pueden contar con la ayuda de su hermano. Solos, sólo pueden pisar la mitad de las casillas del tablero. Sin embargo, juntos pueden controlarlo todo. ¡Fíjate en la cantidad de casillas que pueden atacar los alfiles cuando unen sus fuerzas!
Hay una última cosa que debes recordar si quieres utilizar tus alfiles. Siempre que captures una pieza con él, tienes que caer en la casilla donde estaba la pieza y detenerte. No puedes capturar más piezas en el mismo movimiento, aunque estén alineadas con tu alfil.
Ahora ya sabes qué pieza es el alfil, cómo se mueve y por qué son mucho más fuertes cuando trabajan juntos. Echa un vistazo a nuestra página de Lecciones para aprender aún más sobre esta pieza.